Qué os parece si nos damos una vuelta por el mundo de la
espalda y sus escotes… Cortesía de M.Berrocal!!
Hay muchas formas de escote para
lucir la espalda pero dependiendo de lo grande que sea y de la cantidad de
espalda que se enseñe, puede pasar de resultar bonito a ser desagradable. Por
ejemplo, si tienes un omóplato más alto que otro, los escotes más redondos y
algo más cerrados te sentarán mejor que uno que acabe en pico, ya que así no se
notará ese pequeño desnivel en los huesos.
Lo importante para un escote de
espalda es la actitud para lucirlo. Si decides triunfar con uno de ellos te
recomiendo ir erguida para apreciar bien
que lo llevas. Además, es preferible que no dejes la melena suelta sino que te
lo recojas. En base a esto, dependiendo de la forma que haga el escote, un
recogido alto o bajo podrá lucir o deslucir tu espalda. Una buena coleta o un
moño bajo para aquellos escotes bajos ¡pueden lucir perfectos!
Si el escote es para una ocasión especial,
como una boda, igual que cuidamos la cara con cremas y exfoliantes, la piel de
la espalda deberá de ser tratada también. Existen múltiples productos para
ayudarte a hidratar bien la espalda y que luzca perfecta. Eso sí, recuerda que
si la boda se celebra en una iglesia, es cuestión de protocolo ir algo más
tapada, un foulard o un mantón para el momento de la misa ¡te vendrá estupendo! Dependiendo del largo
del escote, claro está.
Observa detenidamente el
infinito. Esa armonía y equilibrio que se encuentra en la naturaleza se debe
asemejar a esa comodidad a la hora de llevar un escote de espalda. Recuerda,
para sentirte insegura, mejor no arriesgues en este tipo de escotes. Es mejor
retirarse a tiempo que entrar en la guerra de la incomodidad. Las fiestas y
eventos nacieron para disfrutarlos, no para sufrirlos.